NÚÑEZ BELTRÁN, Miguel Ángel (coord.): Synodicon Baeticum III: constituciones sinodales de las diócesis de Cádiz, Ceuta y Córdoba, Universidad de Sevilla, 2017. 282 pp. + 642 (CD). ISBN 978-84-472-1872-1.
Tras
la edición de los dos primeros tomos del Synodicon
Baeticum, en los que se estudian los sínodos y concilios del arzobispado de
Sevilla, este tercer volumen continúa con el estudio de otras diócesis
andaluzas, en este caso las de Cádiz-Ceuta y Córdoba. Se trata del análisis de
las constituciones de catorce sínodos o concilios que abarcan un periodo
superior a los once siglos: desde el siglo IX hasta el siglo XX.
Los
primeros documentos se remontan al siglo IX en el que se celebraron en la
capital de Al-Andalus, bajo el califato de Córdoba, concilios con el objetivo
de tratar asuntos que, más allá de la temática religiosa, pudieran generar
problemas de convivencia bien entre los mozárabes, bien entre éstos y los
musulmanes. Así en el año 839 se enfrenta a la condena de la herejía de los acéfalos
que está causando división entre los cristianos de Andalucía, y en 862 a un
problema dogmático-disciplinario: Hostigesio, obispo de Málaga, coaligado con
el conde Servando persiguió a Sansón, abad del monasterio de San Salvador que
rechazaba la doctrina errónea del obispo.
En
lo que respecta a los sínodos posteriores, pueden establecerse varias etapas. De
la primera, en época medieval, se presentan tres documentos: una constitución
de un sínodo celebrado en Córdoba en 1350 por el obispo Martín Ruiz de Argote;
unas breves constituciones de 1435 de Juan González, obispo de Cádiz; y una
compilación de constituciones sinodales cordobesas publicadas por Íñigo
Manrique en 1496. En las tres se aprecia el espíritu de reforma de la Iglesia,
iniciado en las iglesias locales con el apoyo de los reyes y de la iglesia
nacional, que concierne, sobre todo, a la vida del clero, de los fieles y a la
liturgia.
La
segunda época enlaza con los sínodos celebrados en los años previos al Concilio
de Trento (1545-1563) o años posteriores
con el fin de aplicar los decretos de este concilio ecuménico. tal es el caso
de siete sínodos de esta época. El primero, en 1520, del obispo cordobés Alonso
Manrique, que se anticipa en gran medida, a la doctrina de renovación eclesial.
En torno a Trento, se presentan cinco sínodos: en Cádiz, el obispo Antonio
Zapata lo celebra en 1591; en Córdoba destaca el obispo Cristóbal de Rojas y
Sandoval que, animado por las instrucciones de Trento, convoca sínodos anuales,
de los que transcribimos tres, los celebrados en 1566, 1567 y 1569. Un siglo
después de Trento, aunque con el mismo objetivo de actualizar los preceptos de
dicho concilio, en 1662, el obispo Francisco de Alarcón convocó en Córdoba
sínodo. La finalidad de todos estos es la misma: la adaptación de la doctrina
emanada de Trento a las distintas diócesis andaluzas. El mismo objetivo tiene
el sínodo ceutí del obispo Jaime de Lancastro, celebra en 1553, al que se le
dedica un estudio especial.
La
tercera etapa, referida al siglo XIX, recoge un único sínodo, el del obispo gaditano
Jaime Catalá i Albosa en 1882. Este obispo, siguiendo las pautas del Concilio
Vaticano I (1869-1870, trata de hacer frente a las transformaciones y nuevas
ideologías que experimenta Europa en el siglo XIX.
Finalmente,
se examina el sínodo que el obispo Antonio Ceballos Atienza celebra el año 2000
en Cádiz con el objetivo de aplicar y, adaptar la doctrina de la Iglesia a los los retos del
siglo XXI.
Como
en los volúmenes anteriores, se edita en en un doble formato. En sistema
digital, un CD en el que se incluye el texto íntegro de las constituciones de
los concilios y sínodos. En el sistema tradicional, en papel, estudios
introductorios histórico-temáticos que favorece la comprensión de las
celebraciones de los sínodos y las determinaciones que se aprueban. Se concluye
con un índice temático práctico para la investigación de estos documentos
eclesiales.
La
compilación de estas constituciones sinódico-conciliares se ha realizado con el
objetivo de que ayude a un mejor conocimiento no sólo de esta parte de la
historia de la Iglesia sino también de la
historia de las diócesis de Cádiz y Córdoba, debido a la influencia de la Iglesia y su doctrina en
la mentalidad y conducta del pueblo. Se pretende, por ende, que sea una herramienta
útil para investigadores de la
Iglesia local, de la historia e, incluso, para estudiosos de
las leyes, pues los concilios y sínodos muestran también un marco jurídico en
el que se sitúa un amplio sector de la sociedad.
Félix Herrero
Salgado
Doctor en
Filología Hispánica. Universidad Complutense de Madrid
Profesor Emérito
de la Universidad de Salamanca
No conocía la obra, pero parece interesante el estudio de los sínodos, de manera especial para historiadores.
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